Los políticos españoles (y los valencianos) son malos y buenos. Hablan por la tele. Dicen cosas impactantes. Insultan. Culpan a otros. Y como corresponde hacen mucha magia y nos anuncian el mejor de los mundos. Pero no saben gobernar. Unos porque solo supieron echar mano de la caja. Y otros porque solo saben amenazar y prometer hasta meter. Gobernar saben poco. Es lo más difícil.
La experiencia de este año de grandes cambios demuestra que una cosa es hacer alardes, salir en la tele, recabar la verdad absoluta o culpar de todo a los malos y otra cosa es sentarse a gobernar.
Por eso hay una gran diferencia entre aspirar a una investidura y pactar un contenido programático. Y una mayor diferencia entre hacer un pacto (Botánic o el pacto a la valenciana como le llaman en Madrid) a gobernar una comunidad o los ayuntamientos. El papel de periódico o las cámaras de una tele son muy sufridos. El DOG no lo es. Hacer magia es más fácil que gestionar la realidad.
Así, en Castellón ya se han encontrado los triunfadores de los pactos con las duras piedras de la realidad. La tercera pata que soporta a la socialista Amparo Marco en la alcaldía, y a Enric Nomdedeu (Compromís) en la vicealcaldía, Castelló en Moviment, ya anuncia que están hartos (ya no te quiero). ¡¡Que fácil es anunciar pactos y que difícil es gobernar!!
GOBERNAR SIN DINERO
Ocurre en el seno del Consell, donde la consellera Maria José Salvador recurre a la histórica lista de agravios valencianos para con Madrid,
(Más de lo mismo), mientras Andrés García Reche insiste en que hay que inventarse un nuevo modelo económico y político porque el futuro no será como lo habíamos pensado (el futuro no será así).
¿Carece Salvador y el equipo del Consell de iniciativas reales para la demanda de la Comunidad Valenciana? ¿De verdad no encuentran otra alternativa para el Corredor Mediterráneo que volver a llorarle a Madrid? El atasco de los 15 años del PPCV ya lo sabemos. Ahora hay que encontrar una solución: gobernar. ¿O es que un ministro del PSOE sacará 40.000 millones de una cajita mágica? ¿No saben gobernar sin un saco de dinero al lado?? Les aconsejo que visiten unas cuantas familias y empresas.
En todos los campos aparecen esas deficiencias en la gestión política. Una cosa es denunciar las corruptelas cometidas con la Feria de Valencia y otra cosa es buscar una solución para la gestión de este mal negocio. Una cosa es hacer magia y otra gobernar. Y esto último obliga a decisiones (privatización) que enseguida han quebrado las alianzas del Botanic.
REDUCIR GASTO NO SON RECORTES
O las alternativas al déficit. Una cosa es la vanidad y el orgullo frente al PP y la necesidad de culpabilizar a Montoro de todos nuestros males y otra asumir la gestión del gasto. Magia frente a gobierno. Y reducir gasto no tiene por que significar recorte. Uno de los grandes pilares de la sociedad del bienestar, la sanidad pública, sufre de una gran negligencia y despilfarro en la gestión. Y no hace falta recortar prestaciones y servicios para reducir costes.(ahorrar no es recortar) ¡A no ser que no sepas hacer otra cosa que recortar!!
Pero para todo eso hay que sentarse a gobernar. Y para todo eso hay que tener claro quién y cómo se gobierna. Y es obvio que seguimos encelados con un cruce permanente de ambiciones políticas. El enorme ego de los hiperliderazgos que dice el catedrático Manuel Cruz puede más que la necesidad del compromiso en la gestión. Pero esto no puede aguantarse eternamente, ni siquiera aunque salgan mil casos Taula, que saldrán.
Y LA GESTION POLITICA TAMBIEN
¿Cómo se va a valorar desde el Consell el enorme abismo entre el PSOE y Podemos? ¿Y entre Podemos y el Bloc? Por supuesto se hará mucha magia para entretener al personal , pero la fotografía de Mónica Oltra sentada a la diestra de Pablo Iglesias no es una casualidad. O las declaraciones de Colau y Oltra pidiendo responsabilidades por el fracaso de las negociaciones significan muchas cosas.
¿Cómo solucionarán sus tensiones el Bloc (que no Compromìs) y Podemos (véase Castellòn) si hay nuevas elecciones? Con mucha magia, pero en una docena de ciudades y muchas consellerías no pueden ni verse por los pasillos. Una cosa son las declaraciones, salir en la tele y decir que son buenos y guapos (sobre todo porque los del PP son feos y malos) y otra cosa es gobernar. ¿Podrá Oltra hacer más pespunte con los pactos? ¿Y eso se traduce en gobierno de alguna manera o solo en agit prop político??
Por todo esto ahora vuelve a tener tanto éxito la frase de Antonio Gramsci: “El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”.
